Los suelos cuyo material principal es la resina de metacrilato son muy similares a los de resina epoxi. Porque ambos aportan unos acabados y prestaciones semejantes.
Porque se trata de superficies que consiguen una gran y efectiva resistencia a los impactos. Aunque la diferencia entre los dos suelos sea, en que los de pavimentos de metacrilato ya pueden ser usados a las dos horas desde su aplicación.
Los pavimentos con resina de metacrilato son similares a los pavimentos de resina epoxi. Guardan cierto parecido en lo que se refiere a su acabado y a sus prestaciones. Puede que la diferencia más significativa resida en su rapidez, pues los metacrilatos se pueden utilizar a las dos horas de aplicación.
Los pavimentos de resina conceden acabados continuos y lisos. Normalmente son utilizados en edificios industriales y existen diferentes tipos. Todo depende del uso que se vaya a hacer de él y de otros aspectos como el nivel de tráfico, elementos químicos, etcétera.
El suelo de resina epoxi es el más utilizado en el sector industrial y también resulta idóneo para la industria alimentaria. Estos pavimentos son muy fáciles de limpiar, presentan una gran estabilidad y se han convertido en un referente en materia de pavimentos acústicos.
Los pavimentos de resina de poliuretano son más costosos que los anteriores. Esto es debido a su mayor capacidad térmica y química.
Los suelos de resina de metacrilato, por su parte, son muy efectivos y su diferencia más notable reside en el tiempo de secado. Esto es una ventaja muy importante, pues es posible llevar a cabo trabajos en poco tiempo.
En cualquiera de estos pavimentos se pueden aplicar sistemas autonivelantes, con revestimiento de pintura, multicapa, mortero autonivelante con base de cemento o mortero seco.
Básicamente se utiliza como pavimento en naves industriales que están sujetas a un tráfico intenso. También se utiliza como mortero en reparaciones tanto de interior como de exterior. Con las capas de mayor espesor es posible añadir materiales superiores para rampas, cimentado de puentes o raíles, etcétera.
Para ello se utilizan materiales minerales no absorbentes en una proporción determinada, como la gravilla de cuarzo. Cuando los espacios cuentan con un gran volumen se pueden añadir piedras de hasta 30 centímetros. Sin embargo, es preciso que no tomen contacto entre sí, pues es posible debilitar el pavimento.
Al ser de fraguado rápido resultan idóneos en pasos de cebra, rampas de acceso o en empresas de logística. Sea como sea, su grado de implicación en el sector industrial es bastante amplio, aunque también se utiliza en otros sectores. Funciona como pavimentos en hospitales, en la industria del automóvil, como pavimentos en centros comerciales e incluso en residencias.
Su composición está libre de disolventes y su resistencia a la presión resulta muy elevada. Además, su diseño soporta las deformaciones ocasionadas por flexotracción.
Se emplea como capa resistente al desgaste con un espesor de entre 6 a 20 mm. El objetivo es su empleo en la protección de superficies de hormigón, gracias a su elevada resistencia al mortero. Además, su contracción es reducida, lo que permite ser llenado con huecos de gran tamaño.
Su apariencia definitiva coincide con el hormigón caravista y resulta perfecto como acabado decorativo. El tiempo de endurecimiento es aproximadamente de una hora a una temperatura de 20º, aunque el proceso en sí requiere entre -10º y 35º (de 1 a 3 horas). Precisamente es su reducida viscosidad la que permite su elaboración acelerada.