La limpieza con agua a presión supone un gran avance y no solo con respecto al impacto medioambiental sino en lo que se refiere a su eficacia. Debido a que esta técnica se emplea en muchos sectores para el tratamiento de superficies técnicas, aunque nosotros también lo empleamos en el tratamiento de barcos.
Lo cierto es, que con este sistema de limpieza, se pueden eliminar toda clase de sales solubles, grasas, aceites y sulfatos de hierro en ambientes industriales y marinos. La idea es limpiar superficies de acero y reparar superficies de hormigón, recuperando con ello la apariencia del pasado.
Las ventajas de este sistema con respecto a otros se pueden resumir básicamente en tres:
- En primer lugar su compromiso con el medio ambiente.
- No necesita productos químicos que puedan dañar la superficie a tratar.
Sistema higienizado que ahorra tiempo y dinero.