Para hablar de las diferencias entre el suelo de césped natural y el artificial podríamos destacar unas cuantas porque son muchas, y algunas de lo más sorprendentes.
La más reincidente y la diferencia por ser evidente, es que el césped natural precisa de ser regado con frecuencia. En cambio, el artificial no lo necesita. De ahí la ventaja sobretodo económica y que decanta a las empresas por instalar el suelo de césped sintético.
El césped natural obliga a una serie de cuidados que los artificiales no. Entre ellos el tener que cortarlos con frecuencia, la fumigación o el abono, entre los más habituales.
Una de las ventajas que proporcionan los suelos de césped artificial es que son completamente antialergénicos, por lo que son perfectos para todo tipo de personas.
Otra de las ventajas del césped artificial es que puede ser instalado en gran cantidad de zonas y superficies. Porque la razón es clara, no necesita de un suelo de tierra.
