La cubierta es un elemento de protección que tiene que hacer frente a numerosos agentes externos como el viento, la radiación solar o el hielo. De hecho, en torno al 25% de las humedades se localizan en este punto, constituyendo un fallo en el sistema de impermeabilización de cubiertas. Sigue leyendo y descubre las clases de cubiertas y las patologías en las cubiertas más comunes.
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Tipos de cubiertas
Según su forma pueden ser: cubiertas planas (azoteas), cubiertas inclinadas (tejados), cubiertas de faldones planos o curvos, de doble curvatura o cubiertas de simple curvatura.
Según su acabado: cubierta por paneles, por piezas o láminas continuas.
Según su constitución: cubiertas homogéneas (monocapa) o cubiertas heterogéneas (multicapa).
Según el uso: cubiertas transitables (uso peatonal o vial), cubiertas ajardinadas o cubiertas no transitables (solo mantenimiento).
Soluciones para obtener una cubierta estanca
La impermeabilización es un proceso clave para mantener cualquier edificio protegido y en perfecto estado de los efectos nocivos del agua. Sin embargo, este sistema puede deteriorarse con los años y necesitar una reparación o sustitución completa. De aquí las típicas goteras en techos.
¿Cada cuánto impermeabilizar cubiertas? Depende de algunos factores. Si el sistema utilizado es de calidad y se lleva a cabo un mantenimiento adecuado, puede estar en buen estado durante años o décadas. Si, por el contrario, los materiales utilizados en la impermeabilización de cubiertas no son de calidad o no se ha hecho mantenimiento alguno, puede sufrir un desgaste enorme.
Sea como sea, las soluciones para conseguir que una cubierta sea estanca son múltiples. Por ejemplo, se puede realizar una barrera continua con pinturas o emulsiones de base asfáltica, o bien incluir láminas impermeables continuas o plegables.
Patologías, daños, desperfectos y problemas habituales en cubiertas
El viento
La acción del viento puede ocasionar el desgarro o desprendimiento de láminas o piezas. De esa forma, es conveniente abordar soluciones de fijación en función de su exposición al viento o de la intensidad, sin que coarten la dilatación normal de los materiales.
Hielo y nieve
También se pueden producir numerosas roturas como consecuencia de la acción combinada de hielo y nieve, como piezas heladas rotas o roturas por exceso de carga. En estos casos, lo mejor es disponer de aislantes térmicos o elementos equipados con resistencias eléctricas.
El sol
La acción directa del sol también es un factor muy dañino que puede provocar la descomposición de los materiales o cualquier problema por dilatación térmica.
Agentes contaminantes
Los agentes contaminantes son otro factor a considerar. Muchas veces provocan el deterioro del sistema de impermeabilización sin que se pueda hacer nada al respecto. Para prevenir su ataque se pueden evitar cubiertas con zonas de acumulación de agua estancada o suciedad, así como el empleo del sistema de impermeabilización de lámina vista.
Como ya hemos dicho, las cubiertas están expuestas a las acciones de estos agentes externos, aunque a veces ese no es el único problema. También se pueden cometer ciertos fallos en la fase del proyecto o como consecuencia de una mala solución técnica, como las filtraciones de agua en puntos concretos como esquinas.
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