Pavimento
vinílico o suelo de vinilo autoadhesivo

Antes de llevar a cabo su aplicación, es muy importante conocer de antemano las clases de pavimentos que existen y valorar en consecuencia. Los pavimentos están formados por materiales de primera calidad que se adaptan a diferentes entornos. 

No hay que olvidar que algunos sectores como el químico, el sanitario o el alimentario son muy exigentes y requieren de una serie de requisitos muy específicos.

Los pavimentos continuos son muy utilizados en el desarrollo de estas actividades. Dado que es muy importante tener una limpieza efectiva, rápida y sencilla. Estos revestimientos son ideales al no tener juntas ni bordes que puedan dar cobijo a bacterias y gérmenes.

Dentro de este tipo estarían los pavimentos de resina epoxi, con infinidad de ventajas que les hace óptimos para diferentes tipos de salas o espacios: laboratorios, gimnasios, centros comerciales, escuelas y hospitales, entre otros.

Sus prestaciones serían: evitar caídas y resbalones, son muy resistentes para dañar cuanto menos la superficie, absorber los golpes derivados por el uso de máquinas o por el tránsito diario de personas y son ignífugos.

Siguiendo los diferentes tipos de resina que existen en el mercado, los suelos de resina de poliuretano también son muy populares. Ofrecen una resistencia térmica y química que supera a los de resina epoxi, siendo perfectos para el sector alimentario.

Tanto igual sucede con los pavimentos de mortero cementoso, cuyos materiales sintéticos, los convierten en superficies muy resistentes al calor, a las fuerzas mecánicas y a la agresión de sustancias químicas.

Referente a los multicapa, muy fáciles de aplicar, son uno de los más utilizados por su estética, al poder adoptar múltiples acabados.

Los autonivelantes de resina también son continuos, y están formados por la mezcla de diferentes resinas con algunos áridos especiales. Esta combinación, da como resultado una mezcla de secado rápido, muy fácil de aplicar.

Sus acabados resultan sumamente resistentes y planos, de ahí que su uso sea adecuado en suelos irregulares o desgastados. Los entornos industriales a los que sirve son: talleres, industria alimentaria, almacenes, fábricas, laboratorios, oficinas, etcétera.

Los antiestáticos y los antipolvo también tienen su razón de ser. Los primeros se utilizan en áreas donde las descargas electroestáticas pueden perjudicar o dañar ciertos productos sensibles o equipos electrónicos especiales. Resultan imprescindibles en quirófanos, espacios donde se almacenen productos inflamables, laboratorios, empresas de armamento, etcétera.

En cuanto a los segundos, son impermeables y cuentan con una gran durabilidad. Están preparados de forma que, no generen polvo y cuentan con un acabado liso y una capa antideslizante, que resulta muy importante para minimizar el riesgo de accidentes.

En el mercado existen otros tipos de pavimentos, los hay con un efecto más decorativo y, además de contar con diversas características técnicas, poseen una apariencia diferente que da lugar a un espacio acogedor y más atractivo. Es el caso de los suelos de vinilo.

Suelo Laminado

El suelo laminado se compone de varias capas, incluyendo una capa de respaldo, una capa de fibra de alta densidad, una capa decorativa (que imita madera, piedra, etc.) y una capa superior resistente al desgaste. La densidad de la fibra de alta densidad puede variar, pero normalmente se encuentra en el rango de 600-800 kg/m³.

Ventajas:

1. Durabilidad: Los suelos laminados son duraderos y resistentes a los arañazos, lo que los hace adecuados para áreas de alto tráfico.
2. Diseño: Ofrecen una amplia variedad de diseños y colores.
3. Costo: Normalmente son más baratos que los suelos de madera real.

Desventajas:

1. Humedad: El suelo laminado puede ser susceptible a daños por humedad. Si se expone a agua durante un periodo prolongado, puede hincharse y deformarse.
2. Reparación: Si se daña, puede ser difícil de reparar y a menudo requiere que se reemplace todo el panel.

Suelo Vinílico

El suelo vinílico está hecho de polímeros de cloruro de polivinilo (PVC). La densidad del PVC es de alrededor de 1.3-1.45 g/cm³. Puede venir en forma de baldosas o de tablones y, a menudo, tiene una capa de desgaste en la parte superior para mejorar su durabilidad.

Ventajas:

1. Resistencia al agua: El suelo vinílico es completamente resistente al agua, lo que lo hace adecuado para baños, cocinas y sótanos.
2. Confort: Es más suave y más cálido al tacto que el suelo laminado.
3. Instalación: Suele ser más fácil de instalar que el laminado.

Desventajas:

1. Durabilidad: Aunque es resistente al agua, puede ser susceptible a rasguños y desgaste con el tiempo.
2. Medio Ambiente: La producción y eliminación de PVC puede ser menos amigable con el medio ambiente que otros materiales de suelo.
3. Reparación: Al igual que el laminado, si el suelo de vinilo se daña, a menudo requiere que se reemplace toda la sección.

En última instancia, la elección entre el suelo laminado y el vinílico dependerá de tus necesidades específicas y circunstancias. El suelo laminado puede ser una opción excelente para las áreas de alto tráfico donde el diseño y la durabilidad son prioritarios, mientras que el suelo vinílico podría ser la mejor opción para áreas que están expuestas a la humedad.