El riesgo de incendio es un factor constante en cualquier tipo de edificio y que depende de su estructura, de sus materiales, contenidos, forma o ventilación. Y siendo el acero un material de construcción catalogado como no combustible. Ya que este presenta algunas características que hacen necesaria su protección frente a la acción del fuego.
En general, toda la legislación relativa a la protección de las estructuras se podría regir por una serie de características comunes; tales como la protección de la vida de los ocupantes de dichos edificios o estructuras. Y aparte, el proteger las construcciones y facilitar un eficiente modelo para combatir posibles incendios.
A continuación, para realizar una eficaz protección pasiva basada en conseguir aislar las estructuras de un edificio de los efectos del fuego, existen unas reglamentaciones exigentes al respecto. Porque en RAI PINTORES somos conscientes de ello y les ofrecemos una total seriedad y una alta cualificación.
Todo ello para garantizarle un trabajo perfecto y poder asegurar así su empresa. Así, es por esta razón que las estructuras de acero deben protegerse de la acción del fuego.
El tiempo que tarda un material en aumentar su temperatura depende de su conductividad térmica. El acero es un material conductor, por lo que recibe un mayor flujo de calor que eleva su temperatura. Sin embargo, elementos masivos, de mayor inercia térmica, tienen aumentos más lentos de temperatura.
Estos sistemas pueden ser aplicados en diversas instalaciones tales como:
- Estructuras metálicas
- Franjas contra fuego
- Pasos de instalaciones
- Conductos
- Paneles